no puedo leer

19 septiembre 2024

Algo me pasa en las últimas semanas y es que no soy capaz de terminar un libro. Así que vengo a contaros lo que ha estado o está en mi mesilla de noche desde tiempos inmemoriales ya.

La mia adolescenza trans de Fumettibrutti (Yole Signorelli). La historia que narra es muy similar a la que se narra en La mala costumbre, con la diferencia de que esto es una novela gráfica, y la historia se centra, especialmente, en la fase de la adolescencia de la protagonista. Además, la maravillosa Alana S. Portero lo prologa. Me gustaron mucho las reflexiones sobre: la diversidad de experiencias trans que existen y se dan y se han dado siempre, los procesos diversos que se siguen y la infinidad de posibilidades, algo que a veces, creo, se olvida en los discursos más hegemónicos de activismos, políticas o instituciones; la cuestión de hormonarse o no como adolescente trans. No es un tema en el que ahondaré, pero creo que podría hablarse largo, tendido y respetuosamente. Aun con ello, la historia es autobiográfica, de la propia Yole Signorelli.

Lavinia de Ursula K. Le Guin. No he podido terminarlo. Creo que no estoy ni para hacer el esfuerzo. Haber tomado esta decisión me motiva a leer otras cosas, intentarlo e intentarlo sin llegar a conectar me estaba drenando la energía lectora... Me apetece mucho leer a la autora, pero esta no ha sido la elección correcta. La escogimos para la primera sesión del curso del club de lectura de mi barrio y apena sentirme de este modo (espero que no sea un sentimiento generalizado). De Le Guin me gustaría leer Los desposeídos, La mano izquierda de la oscuridad y La teoría de la bolsa de la ficción.

Estrellas vivas. Antología de poesía cursi, editada por Berta García Faet y Juanpe Sánchez López. De mi nueva editorial de poesía favorita Letraversal. ¡¡Estoy encantadaaa!! Aún no lo he terminado, pero disfruto tantos los distintos poemas de todas las autoras. Los de Luis Eduardo García me parecen divertidísimos. Os dejo uno:

Anne boyer y el dr. emmett brown

Suena estúpido, pero tuve una visión del futuro.

Vi que alguien anotó al margen de este poema

“demasiado lirismo dulzón”. Así que estoy

en un dilema, ¿debo cambiar el lirismo

dulzón por algo más templado (tal vez algo

experimental en el que cada tres versos

se repita la palabra “decolonizar”)

o debo ceñirme al comentario

y escribir esto con letras de miel? ¿Y si

decido mal y cambio la vida de esa persona

del futuro que de pronto observa con terror

cómo el poema se reescribe frente a sus ojos

o aún peor, ve que su cuerpo desaparece

porque sus padres, treinta años atrás

no se unieron con una rara melaza

y en lugar de eso cayeron a un agujero

de diez metros de profundidad?

 

Y muchos otros que me gustan. En fin, un regalo precioso que me hicieron mis amigas por mi cumpleaños. Recomiendo cualquier título de Letraversal, los que yo he leído (y me han encantado) aparte de esta antología son: Amor y pan de Paula Melchor (el libro que cambió para siempre mi relación con la poesía, la comida y el amor... me ha marcado para siempre, me encantaría contar un día cómo...), Romero recién cortao' de Juan Carlos Panduro (también una hermosura, amor, ruralidad y nostalgia) y Desde las gradas de Juanpe Sánchez López (amor, inocencia, tristezas y corazones rotos, muchas referencias pop y mucho, mucho amor).

En fin... espero poder volver pronto con nuevas lecturas que me hayan encantado. De momento, esto es lo que mi cabecita a mil cosas puede ofrecer. Pocas cosas pasando pero mucho en qué pensar... Abrazos.

lecturas de orilla y poza de agua fría

07 septiembre 2024

Es decir: lecturas de verano, estivales, acaloradas, lentas, frescas a ratos (y depende de dónde). Las que yo he leído y las que creo que han sido perfectas para estos meses largos que han sido mi verano. Parece que doy por terminada la época estival siendo aún agosto: nada más lejos de la realidad, pero agosto es un domingo eterno que me hace desear la llegada del otoño a ratos. 

1. Romero recién cortao' de Juan Carlos Panduro (Letraversal). Fui a Teruel justo cuando caían las Perseidas del cielo, aprendí sobre constelaciones y ya encuentro el Cisne (siempre que pienso en él recuerdo aquel fragmento de Bodas de sangre... Cisne redondo en el río, / ojo de las catedrales, / alba fingida en las hojas soy...); cuando vimos las Perseidas estábamos tumbadas en un campo de romero; no era recién cortao', pero el aroma lo envolvía todo.

2. Agua y jabón de Marta D. Riezu (Anagrama). Aún no sé qué pensar, pero que me hiciera dudar tanto me da buena espina. Una reflexión interesante y asequible sobre la estética, la elegancia y la sencillez. A ratos me desafiaba. Creo que solo por eso se merece estar aquí. 

3. Helena o el mar de verano de Julián Ayesta (Acantilado). Lo leí en dos tardes. Fue un aire fresco de amor infantil, de pasión inocente y paisajes hermosos pisados hace muchos años. Me despertó esos sentimientos amorosos sinceros y bellos que se tienen sin pensar.

4. Canto yo y la montaña baila de Irene Solà (Anagrama). Me acompañó a Teruel. Cayó una tormenta y solo pude pensar en el rayo de Domènec. Que las montañas, los ciervos y las trompetas de la muerte hablaran me apasionó. ¿Qué decir que no se haya dicho ya sobre esta novela? 

5. La mala costumbre de Alana S. Portero (Seix Barral). Mi última lectura del verano. Precioso, una nostalgia que, a veces, creo que acompaña a todos los madrileños. Leyéndolo pensé en mis padres, en Moratalaz, en sus infancias y adolescencias, en todo lo que ellos me han contado. También en mi abuela. Narra las vivencias y el crecimiento de una niña trans en ese contexto: desgarrador, esperanzador, sincero. Por ello bastante doloroso.

6. Entorno: Un libro para cocinar con lo que te rodea de Claudia Polo (imago mundi). Me ha acompañado todos estos meses. Haciéndome reflexionar sobre nuestras formas de comer, el patrimonio cultural que constituye la comida, el alimento, la cocina, los olores y sabores; y también sobre nuestras formas de consumir, desde un ojo amable y tranquilizador, que anima a acercarse al mercado y la frutería. Una belleza tierna y cuidada en el detalle. Además, incluye recetas y platos básicos y ricos, que dejan espacio a la creatividad entre los fuegos... Me entra hambre solo de pensarlo.

He leído algún que otro más, pero no fueron elecciones acertadas para el verano, opino hoy. La tiranía de las moscas, de Elaine Vilar Madruga (Barrett), me aterrorizó y asqueó al igual que me fascinó. El ambiente opresivo, sudoroso y apestoso, que la autora genera en el interior de la casa, repleta de moscas hambrientas por una podredumbre moral que inunda a todos los personajes, fue demasiado para leer en pleno julio en Madrid. Aunque, ahora que lo pienso, tal vez ese era el mejor momento...

Finalmente, algunas canciones que tengo en bucle desde junio y me han acompañado tumbada sudorosa y aburrida en mi cama junto a un ventilador, en ningún particular orden:

1. God Gave Me Feet For Dancing - Ezra Collective feat. Yazmin Lacey. El nuevo álbum que sacarán en septiembre promete (Dance, No One's Watching).

2. LA VIDA ES SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO - Nico Miseria, A. Dense

3. Ojalá - Silvio Rodríguez

4. Aunque Es de Noche (Tango) - Enrique Morente. La letra es de un villancico de San Juan de la Cruz llamado Cantar del alma que se huelga de conocer a Dios por fe, aquel que comienza diciendo: Qué bien sé yo la fonte que mane y corre, aunque es de noche...

5. Salir distinto - Silvia Pérez Cruz feat. Pepe Habichuela, Carmen Linares, Carles Benavent & Diego Carrasco

6. Por Ti v2 - Sen Senra

7. Te Estoy Amando Locamente - Las Grecas. Un clásico que me hace sentirme en una película española de las buenas, de las que te gustan, de las que dices: uf, esto, así, sí.

8. Ivy - Frank Ocean

9. Ahí Ahí - Vicente García

10. 1999 WILDFIRE - BROCKHAMPTON

Y poco más. Los próximos meses se presentan inciertos pero emocionantes. Muchas novedades y, al mismo tiempo, muchos lugares conocidos a los que volver. Quién sabe... Ojalá el cine y el teatro se conviertan en esos lugares este curso.