Algo me pasa en las últimas semanas y es que no soy capaz de terminar un libro. Así que vengo a contaros lo que ha estado o está en mi mesilla de noche desde tiempos inmemoriales ya.
La mia adolescenza trans de Fumettibrutti (Yole Signorelli). La historia que narra es muy similar a la que se narra en La mala costumbre, con la diferencia de que esto es una novela gráfica, y la historia se centra, especialmente, en la fase de la adolescencia de la protagonista. Además, la maravillosa Alana S. Portero lo prologa. Me gustaron mucho las reflexiones sobre: la diversidad de experiencias trans que existen y se dan y se han dado siempre, los procesos diversos que se siguen y la infinidad de posibilidades, algo que a veces, creo, se olvida en los discursos más hegemónicos de activismos, políticas o instituciones; la cuestión de hormonarse o no como adolescente trans. No es un tema en el que ahondaré, pero creo que podría hablarse largo, tendido y respetuosamente. Aun con ello, la historia es autobiográfica, de la propia Yole Signorelli.
Lavinia de Ursula K. Le Guin. No he podido terminarlo. Creo que no estoy ni para hacer el esfuerzo. Haber tomado esta decisión me motiva a leer otras cosas, intentarlo e intentarlo sin llegar a conectar me estaba drenando la energía lectora... Me apetece mucho leer a la autora, pero esta no ha sido la elección correcta. La escogimos para la primera sesión del curso del club de lectura de mi barrio y apena sentirme de este modo (espero que no sea un sentimiento generalizado). De Le Guin me gustaría leer Los desposeídos, La mano izquierda de la oscuridad y La teoría de la bolsa de la ficción.
Estrellas vivas. Antología de poesía cursi, editada por Berta García Faet y Juanpe Sánchez López. De mi nueva editorial de poesía favorita Letraversal. ¡¡Estoy encantadaaa!! Aún no lo he terminado, pero disfruto tantos los distintos poemas de todas las autoras. Los de Luis Eduardo García me parecen divertidísimos. Os dejo uno:
Anne boyer y el dr. emmett brown
Suena estúpido, pero tuve una visión del futuro.
Vi que alguien anotó al margen de este poema
“demasiado lirismo dulzón”. Así que estoy
en un dilema, ¿debo cambiar el lirismo
dulzón por algo más templado (tal vez algo
experimental en el que cada tres versos
se repita la palabra “decolonizar”)
o debo ceñirme al comentario
y escribir esto con letras de miel? ¿Y si
decido mal y cambio la vida de esa persona
del futuro que de pronto observa con terror
cómo el poema se reescribe frente a sus ojos
o aún peor, ve que su cuerpo desaparece
porque sus padres, treinta años atrás
no se unieron con una rara melaza
y en lugar de eso cayeron a un agujero
de diez metros de profundidad?
Y muchos otros que me gustan. En fin, un regalo precioso que me hicieron mis amigas por mi cumpleaños. Recomiendo cualquier título de Letraversal, los que yo he leído (y me han encantado) aparte de esta antología son: Amor y pan de Paula Melchor (el libro que cambió para siempre mi relación con la poesía, la comida y el amor... me ha marcado para siempre, me encantaría contar un día cómo...), Romero recién cortao' de Juan Carlos Panduro (también una hermosura, amor, ruralidad y nostalgia) y Desde las gradas de Juanpe Sánchez López (amor, inocencia, tristezas y corazones rotos, muchas referencias pop y mucho, mucho amor).
En fin... espero poder volver pronto con nuevas lecturas que me hayan encantado. De momento, esto es lo que mi cabecita a mil cosas puede ofrecer. Pocas cosas pasando pero mucho en qué pensar... Abrazos.